MARCO TEÓRICO
DEL JUEGO
Como se ha mencionado el juego ha empezado a
tomar más importancia, sobre todo en el ámbito escolar, llegando a ser
considerado por diversas instituciones educativas como la herramienta para
acercar a los niños y a las niñas al conocimiento. A continuación se presentan
algunas perspectivas teóricas acerca del juego con sus respectivos autores,
quienes afirman las diversas posturas en las que se puede comprender al juego
como herramienta para el aprendizaje.
Desde la Escuela Nueva se han presentado
diversos teóricos quienes han aportado porqué el juego ha de cobrar importancia
como medio educativo y como este a su vez es el soporte para el aprendizaje en
los niños y las niñas. Tal es el caso de Jean
Piaget quién dice “el juego constituye la forma inicial de las capacidades
y refuerza el desarrollo de las mismas; contribuye a que el niño realice una
mejor comprensión del mundo que lo rodea y así vaya descubriendo las nociones
que favorecerán los aprendizajes futuros. Complementando la teoría de Piaget,
se encontró que según Freud (1920) se ve obligado a reconocer
que en el juego hay algo más que proyecciones del inconsciente y resolución
simbólica de deseos conflictivos. Tiene también que ver con experiencias
reales, en especial si éstas han sido desagradables y han impresionado
vivamente al niño. Al revivirlas en su fantasía llega a dominar la angustia que
le produjeron éstos originariamente.
El interés del psicoanálisis por el juego ha sido fundamentalmente clínico, como expresión de otros procesos internos y cuya importancia estriba, precisamente, en el acceso que permiten a ellos. No considera, por tanto, más que un tipo de juego simbólico.
El interés del psicoanálisis por el juego ha sido fundamentalmente clínico, como expresión de otros procesos internos y cuya importancia estriba, precisamente, en el acceso que permiten a ellos. No considera, por tanto, más que un tipo de juego simbólico.
No podemos dejar de referirnos, en esta
sección sobre Juegos, Juguetes y Ludotecas orientadas por Vygotsky quien otorgó al juego, como instrumento y recurso
socio-cultural, el papel gozoso de ser un elemento impulsor del desarrollo
mental del niño, facilitando el desarrollo de las funciones superiores del
entendimiento tales como la atención o la memoria voluntaria. Según sus propias
palabras "El juego es una realidad cambiante y sobre todo impulsora del
desarrollo mental del niño". Concentrar
la atención, memorizar y recordar se hace, en el juego, de manera
consciente, divertida y sin ninguna dificultad. Decimos que su teoría es
constructivista porque a través del juego el niño construye su aprendizaje y su
propia realidad social y cultural. Jugando con otros niños amplía su capacidad
de comprender la realidad de su entorno social natural aumentando continuamente
lo que Vygotsky llama (zona de
desarrollo próximo).
Es así que por medio del juego se transmiten
conocimientos que le permiten al niño entrar en los comportamientos del adulto,
darse cuenta como es su rol en la sociedad, y así mismo ir tomando poco a poco
conciencia de lo que él prontamente en un futuro también realizará. Además es
un factor de comunicación, ya que permite desarrollar sus aptitudes verbales,
físicas e intelectuales, al abrir diálogos entre individuos de origines
lingüísticos o culturales distintos.
Ahora bien, el juego es una forma de
comportamiento que incluye tanto dimisiones biológicas como culturales, es
agradable, intencional, singular en sus parámetros temporales, cualitativamente
ficticio y debe su realización a la irrealidad, comprobamos así que a través
del juego el ser humano se introduce en la cultura y como vehículo de
comunicación se amplía su capacidad de imaginación y de representación
simbólica de la realidad. Además se entiende al juego como parte de la vida con
la que los seres humanos crecen, por ser este la expresión más clara del
comportamiento humano, que a su vez le permite a los sujetos expresarse como
resultado de sus emociones, de sus sentidos, y pensamientos que se ven reflejados
en los actos de juego que este sujeto realiza.
Dentro de la teoría psicológica se encuentra
a Vygotsky quién consideró al juego,
como una forma espontánea de expresión cognitiva a través de la cual el niño
nos muestra sus conocimientos. Los juegos
todos de alguna manera tienen sus reglas y simbolizan (ponen en juego)
contenidos transmitidos socialmente, tienen una dirección (aquello que la
experiencia social le aporta al niño). Retroalimentando esta teoría se concluye
que para Vygotsky, el juego coloca
al niño por encima de sus posibilidades, lo que favorece el desarrollo de sus
potencialidades cognitivas y afectivas, refleja y produce los esquemas
socioculturales, y activa la representación mental y anticipación de
resultados. También en la Ley General de Educación, en el artículo 16, según
los objetivos específicos de la educación preescolar, se encontró; “la
participación en actividades lúdicas con otros niños y adultos”. Con estas
referencias se demuestra que el juego y la recreación, hacen parte de la vida y
el desarrollo de los niños y las niñas en sus primeros años de vida, lo cual
por obligación en las instituciones educativas se deberá cumplir con este
derecho fundamental, y hacerlo cumplir con las diversas actividades planeadas
en los currículos y planeaciones de los docentes que se dirijan a esta
población. En este punto, se va
comprendiendo que para los niños y las niñas de la educación infantil, el juego
se convierte entonces, además de ser algo esencial en su desarrollo, también en
ayuda como herramienta para la adquisición de diversos conocimientos, ya sean
culturales o educativos. El niño en sus juegos va evolucionando, del mismo modo
como evolucionaron las actividades en el proceso histórico de la humanidad.
Todo lo anterior reafirma cómo a través de las experiencias directas con
herramientas del uso diario, los niños y las niñas lograban aprender sus
funciones y además disfrutaban poder divertirse con estos, en los diversos
juegos inventados por ellos.
A continuación se entrará a abarcar lo que
corresponde a la definición de lo que se llama juego, y como este ha
evolucionado y se ha convertido en un término que para los docentes de la
educación infantil hoy en día no se debe desconocer dentro de sus prácticas
educativas.

DEFINICIÓN DEL
JUEGO
El juego es la actividad que más interesa y
divierte, al tiempo que constituye un elemento fundamental para el desarrollo
de las potencialidades y la configuración de la personalidad de los niños y
adulta. El juego se caracteriza por no
tener otra finalidad aparente que su misma realización; corresponder a un
impulso instintivo; por su carácter placentero; y por ser expresión libre y
espontáneo del mundo infantil, es decir del mundo tal como lo percibe el
pequeño. Jugar es afianzar la personalidad, es socializarse. El juego promueve
las actividades en grupo, la posibilidad de compartir y colaborar, además, el
juego involucra a la persona entera: su cuerpo, sus sentimientos, emociones y
sus inteligencias. Facilita la igualdad de posibilidades, permite ejercitar las
posibilidades individuales y colectivas. Los niños que juegan mucho podrán ser
más dialogantes, creativos y críticos con la sociedad. Ahora bien se debe
comprender entonces que el juego hace parte del ciclo vital y de la formación
de los niños y las niñas de la educación infantil, porque ayuda al desarrollo
intelectual, integral, afectivo, físico, social, y de una u otra forma prepara
a los niños y a las niñas para la adaptación al medio social. El juego, además
es un instrumento de aprendizaje porque utiliza recursos naturales y materiales
del entorno, que le permiten a los niños y a las niñas promover su desarrollo
cognitivo por medio de la interacción que tienen con estos. El juego es una
constante vital en la evolución, en la maduración y en el aprendizaje del ser
humano; acompaña al crecimiento biológico, psico-emocional, y espiritual del
hombre, cumple con la misión de nutrir, formar y alimentar el crecimiento
integral de la persona.
El juego no es solo una posibilidad de
autoexpresión para los niños, sino también de autodescubrimiento, exploración y
experimentación con sensaciones, movimientos, relaciones a través de las cuales
llegan a conocerse a sí mismos y formar conceptos sobre el mundo. He aquí la
importancia de que los docentes de la educación infantil se den cuenta de que
el juego no es simplemente un disfrute del cual gozan los niños y las niñas en
las primeras edades, sino que además es una herramienta que ayudará a la
formación de ellos, mostrando que es tanto indispensable como vital para el
desarrollo humano.
Vale
la pena mencionar algunas de sus características principales, entenderlas y
darles sentido, para qué cuando los docentes intervengan en sus prácticas
educativas obtengan los mejores resultados.
La
mayoría de los que estudian el juego aceptarían el siguiente inventario:






El
juego ha sido vinculado a la creatividad, a la solución de problemas, al
aprendizaje del lenguaje, al desarrollo de papeles sociales y a otros numerosos
fenómenos cognoscitivos y sociales.
Ahora
bien, se debe entonces hablar de la integración del niño en el juego y lo que
ello implica, partiendo de que dicha integración en el mundo social se funda en
dos tendencias dominantes innatas: la de establecer relaciones personales
estimulantes y la aprender las destrezas esenciales cotidianas mediante el
juego. En el juego el niño realiza muchas cosas:










Como
bien el juego es tan necesario para el pleno desarrollo del cuerpo, el
intelecto y la personalidad del niño. Ahora bien, es necesario que se mencione
la clasificación del juego o los tipos de juego que existen, que permiten comprender
mucho mejor el fin de este. A continuación se encontraran diversos tipos de
juego en sus respectivas clasificaciones que complementan esta investigación.
PAOLA BOHORQUEZ
CARRILLO
COD. 100046992.
PAOLA ANDREA SANCHEZ RINCON
COD. 100046961
JUSTIFICACIÓN